En numerosos entornos profesionales, el exceso de humedad se convierte en un problema recurrente. Favorece la aparición de moho y malos olores, así como la proliferación de ácaros, e incluso puede dañar productos sensibles. Existen dos enfoques para resolver este problema: los sistemas eléctricos de deshumidificación y las soluciones pasivas. Entre estas últimas, los absorbentes naturales de humedad constituyen una alternativa eficaz, económica y respetuosa con el medio ambiente.
Funcionamiento sin energía
A diferencia de los deshumidificadores eléctricos, un absorbente de humedad natural no necesita alimentación eléctrica. Su acción se basa en una reacción química simple y autónoma. El cloruro de calcio, utilizado en las pastillas o bolsitas Sodepac, capta la humedad del aire y la convierte en agua. Este proceso tiene lugar sin ninguna intervención mecánica, electrónica o térmica.
En otras palabras, la eficacia del absorbente natural de humedad tiene su origen en la propia naturaleza. Sin necesidad de enchufe, sin consumo eléctrico, sin ruido: una solución 100 % pasiva que funciona día tras día.
El cloruro de calcio: un material natural
El secreto de la eficacia de un absorbente de humedad natural está en el cloruro de calcio. Este material existe en la naturaleza, aunque en el caso de Sodepac se obtiene a partir de un proceso de fabricación. Se encuentra en la sal marina, en ciertas formaciones minerales y en entornos sometidos a altas concentraciones de sal.
Así, un absorbente de humedad reproduce un fenómeno natural, ya que se trata de un material que atrae y retiene la humedad ambiental. Esta capacidad higroscópica convierte al cloruro de calcio en uno de los agentes más eficaces para regular la humedad de forma simple y duradera.
Aire más sano y protector
Al reducir el exceso de humedad, un absorbente de humedad natural contribuye directamente a mejorar la calidad del aire. Mantener un nivel de humedad controlado en el aire ayuda a prevenir la aparición de hongos microscópicos, moho y bacterias patógenas. Previene asimismo la proliferación de ácaros, a menudo responsables de alergias y problemas respiratorios.
En áreas de almacenamiento o espacios sensibles, el uso de un absorbente de humedad natural puede proteger tanto a las personas como a los materiales. Los materiales almacenados permanecen intactos, los embalajes no se deterioran y las condiciones de conservación se optimizan sin necesidad de grandes intervenciones técnicas.
Una solución sencilla y económica
Optar por un absorbente de humedad natural presenta igualmente ventajas prácticas y económicas. La instalación es inmediata: basta con colocar la pastilla o la bolsa en la zona que se desea proteger. No requiere un mantenimiento complejo y su sustitución es sencilla cuando el producto ha alcanzado su capacidad máxima.
Además, la ausencia de consumo eléctrico no solo reduce los costes operativos relacionados con la energía, sino también el presupuesto global, ya que un deshumidificador eléctrico cuesta hasta diez veces más que nuestra solución. El único gasto recurrente es la compra de recambios para nuestros absorbentes. Se trata de una solución discreta, eficaz y respetuosa con el medio ambiente, perfectamente adaptada a las necesidades de los profesionales que desean mejorar su espacio sin aumentar su presupuesto.
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El absorbente de humedad natural es mucho más que una alternativa a los deshumidificadores eléctricos. Es una solución eficaz, segura y respetuosa con el medio ambiente. Mediante el uso del cloruro de calcio, material presente en la naturaleza, capta el exceso de humedad sin difusión tóxica ni consumo de energía.
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